GORDIANO I EL EMPERADOR QUE DESAFIÓ A ROMA EN SU HORA MÁS OSCURA
El emperador Gordiano I fue una de las figuras más efímeras pero significativas en la historia de Roma. Su ascenso al poder en el año 238 d.C. fue el resultado de una revuelta senatorial contra el gobierno despótico de Maximino el Tracio, en un momento de profunda crisis política y económica para el Imperio. Con más de 80 años de edad y un largo historial como senador y gobernador, Gordiano I encarnaba los valores de la aristocracia romana, que veía con desagrado el dominio de los emperadores militares. Sin embargo, su reinado, compartido con su hijo Gordiano II, duró apenas unas semanas antes de su trágico final. A pesar de su corta duración, su rebelión desencadenó una serie de eventos que terminarían con la caída de Maximino y la consolidación de su nieto, Gordiano III, en el trono. Su historia es un reflejo de la lucha entre el Senado y el ejército en un Imperio en crisis.
EMPERADORES


Portret van Gordianus I op een sestertie. Foto met toestemming van: Classical Numismatic Group, Inc. (CNG). Classical Numismatic Group, Inc. http://www.cngcoins.com. Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license.
INTRODUCCIÓN
Gordiano I fue un emperador efímero pero significativo en la historia del Imperio romano. Su reinado, de apenas unas semanas en el año 238 d.C., tuvo lugar en un periodo de profunda crisis y convulsión conocido como el "Año de los Seis Emperadores". Si bien su gobierno fue breve, su papel fue fundamental en la resistencia contra el tirano Maximino el Tracio y en la consolidación de la dinastía Gordiana.
El objetivo de esta entrada es explorar en profundidad la vida de Gordiano I, su contexto histórico, sus logros y el trágico desenlace de su corta pero relevante carrera política. Su historia nos permite comprender mejor la fragilidad del poder en el siglo III d.C. y las tensiones entre el Senado y el ejército, factores clave en la crisis del Imperio.
CONTEXTO HISTÓRICO: EL IMPERIO EN CRISIS
El siglo III d.C. fue un periodo de graves dificultades para Roma. La crisis del siglo III, que abarcó desde el 235 hasta el 284 d.C., estuvo marcada por guerras civiles, invasiones bárbaras, colapsos económicos y una profunda inestabilidad política. Roma estaba perdiendo el control sobre sus fronteras, mientras que las luchas internas por el poder debilitaban su capacidad de respuesta ante las amenazas externas.
En este contexto caótico, Maximino el Tracio ascendió al trono en 235 d.C. tras el asesinato de Alejandro Severo. Maximino, un general de origen humilde, se ganó el favor del ejército con una política agresiva y altos salarios para los soldados, pero al mismo tiempo generó el desprecio del Senado y de las élites aristocráticas. Su gobierno se caracterizó por una represión brutal y una política fiscal desmedida que agotó los recursos de las provincias.
Este descontento generalizado alcanzó su punto culminante en África Proconsular, donde Gordiano I, un gobernador de avanzada edad pero con prestigio senatorial, fue proclamado emperador en un acto de rebelión contra Maximino. La rebelión de Gordiano y su hijo fue el primer gran desafío al poder del emperador en funciones, desencadenando una serie de eventos que cambiarían el destino de Roma en los años siguientes.
ASCENSO AL PODER: LA REBELIÓN EN ÁFRICA
A la edad de 80 años, Gordiano I era un senador respetado que había ocupado importantes cargos administrativos a lo largo de su vida. Su carrera incluía gobernaciones provinciales y consulados, lo que le otorgaba una gran reputación en los círculos políticos de Roma. Sin embargo, hasta su proclamación como emperador, su papel en la historia del Imperio no había sido particularmente destacado.
El detonante de su ascenso al trono fue el creciente descontento en África Proconsular debido a los altos impuestos y la presión económica impuesta por Maximino el Tracio. Los terratenientes y la aristocracia local vieron en Gordiano I una figura capaz de liderar una revuelta contra el gobierno opresivo. En marzo de 238 d.C., los ciudadanos y soldados de la provincia lo proclamaron emperador, y su hijo Gordiano II fue asociado de inmediato como coemperador.
El Senado en Roma, que compartía el desdén hacia Maximino, rápidamente reconoció a los Gordianos y declaró enemigo público al emperador en funciones. Este respaldo parecía consolidar la legitimidad de los nuevos gobernantes, pero la falta de un ejército fuerte fue una debilidad crucial en su gobierno.
EL BREVE REINADO Y SU TRÁGICO FINAL
A pesar del entusiasmo inicial, el reinado de Gordiano I y su hijo fue extremadamente breve, durando apenas unas semanas. Aunque contaban con el apoyo del Senado y de las provincias descontentas con Maximino, su poder se basaba más en el respaldo político que en la fuerza militar real.
El principal enemigo de los Gordianos era Capeliano, el gobernador de Numidia, quien permaneció leal a Maximino y contaba con un ejército bien entrenado. Sin perder tiempo, Capeliano marchó contra los Gordianos y libró una batalla en las cercanías de Cartago. Gordiano II, sin experiencia militar y con un ejército improvisado de reclutas locales, fue derrotado y muerto en combate. Al recibir la noticia de la muerte de su hijo, Gordiano I, devastado, decidió quitarse la vida ahorcándose.
Con la caída de los Gordianos, el Senado, temeroso de represalias por parte de Maximino, intentó mantener la resistencia nombrando a nuevos emperadores, Balbino y Pupieno. Sin embargo, la inestabilidad continuaría hasta el ascenso definitivo de Gordiano III, nieto de Gordiano I, quien finalmente consolidó el poder en la familia.


Ritratto di Gordiano I. Marmo, opera romana, 220-230 d.C.
LEGADO Y REPERCUSIONES DE SU GOBIERNO
A pesar de la brevedad de su reinado, Gordiano I dejó una marca indeleble en la historia del Imperio. Su rebelión fue la primera chispa de una serie de acontecimientos que conducirían a la caída de Maximino el Tracio. Aunque su gobierno fracasó, su sacrificio allanó el camino para que su familia continuara la lucha y, eventualmente, se hiciera con el trono.
El Senado, que había respaldado a los Gordianos, emergió como un actor clave en la crisis del siglo III, desafiando abiertamente la autoridad de los emperadores militares. La figura de Gordiano I fue reivindicada posteriormente como la de un senador patriota que luchó contra la tiranía, y su nieto Gordiano III gobernaría con un fuerte respaldo senatorial.
CONCLUSIÓN
Gordiano I representó la lucha desesperada del Senado y la aristocracia romana contra la opresión de los emperadores militares. Su breve reinado, aunque frágil y trágico, marcó un punto de inflexión en la crisis del siglo III y demostró la resistencia del poder senatorial frente a la autoridad militarizada. Su sacrificio no fue en vano, pues allanó el camino para que su familia alcanzara el poder y dejara una huella en la historia imperial.
LIBROS RECOMENDADOS SOBRE GORDIANO I
"Historia Augusta: Vidas de los Gordianos"
"The Crisis of the Third Century" - John S. McHugh
"Imperial Rome and the Crisis of the Third Century" - Clifford Ando
"Maximinus Thrax and the Gordian Emperors" - Ilkka Syvänne


Al dritto, profilo drappeggiato, corazzato e laureato dell'imperatore a destra. Al rovescio la dea Roma, con elmo cimierato, seduta su un clipeo e rivolta a sinistra, regge nella sinistra una lancia e nella destra una statua della dea Vittoria che, rivolta a destra, le porge una corona d'alloro con la destra, mentre regge nella sinistra un ramo di palma.. Creative Commons Atribución-Compartir Igual 4.0 Internacional.