PERTINAX: EL BREVE REINADO DEL MAESTRO DE ROMA
La historia de Pertinax es un recordatorio de la fragilidad del poder en tiempos de crisis. Su intento de restaurar la moralidad y la disciplina chocó con una realidad política dominada por la corrupción y la violencia. Su destino refleja el conflicto entre los ideales republicanos y la realidad de un Imperio gobernado por la espada.
EMPERADORES


Publio Helvio Pertinax, un emperador cuyo nombre resuena en la historia de Roma como un símbolo de virtud y tragedia, ocupó el trono en un periodo de extrema convulsión. Su breve mandato en el año 193 d.C. representa el choque entre la restauración de los valores republicanos y la corrupción instaurada en el Imperio. Su ascenso, lleno de esperanza, pronto se vio frustrado por las fuerzas que dominaban la política romana. A pesar de su breve reinado, dejó una huella imborrable en la historia, sirviendo como ejemplo del difícil equilibrio entre la moralidad y el poder absoluto en una época de transición.
ORIGEN Y ASCENSO AL PODER
Pertinax nació en el año 126 d.C. en Alba Pompeia, una pequeña ciudad de la región de Liguria, en el norte de Italia. Hijo de un liberto llamado Helvio Successo, logró ascender socialmente gracias a su educación y habilidades. Inicialmente destinado a la docencia en gramática y retórica, su carrera tomó un giro decisivo cuando decidió ingresar en el ejército romano. Gracias a su disciplina y capacidad estratégica, ascendió rápidamente en la jerarquía militar, sirviendo en las legiones estacionadas en las fronteras del Imperio.
Bajo el gobierno de Marco Aurelio, Pertinax destacó en las campañas contra los partos y en la defensa de la frontera del Danubio contra las invasiones germánicas. Su éxito en la guerra y su reputación de hombre justo le valieron la confianza del emperador. Posteriormente, fue nombrado gobernador de varias provincias estratégicas, incluyendo Britania, Moesia y África. En cada una de ellas, dejó testimonio de su capacidad administrativa, promoviendo la estabilidad y el bienestar de los ciudadanos.
Con la llegada de Cómodo al poder en 180 d.C., Pertinax se mantuvo en la política imperial, aunque con dificultades. La tiranía y el despotismo de Cómodo crearon un clima de inestabilidad, y muchos senadores y generales comenzaron a conspirar en su contra. Cuando finalmente Cómodo fue asesinado el 31 de diciembre del año 192 d.C., Pertinax fue elegido emperador por el Senado el 1 de enero de 193 d.C. Su llegada al trono fue recibida con esperanza por la aristocracia romana, que veía en él un posible restaurador de la disciplina y las antiguas virtudes republicanas.
EL CONTEXTO HISTÓRICO DEL AÑO 193 D.C
. El Imperio Romano atravesaba una de sus épocas más turbulentas. La muerte de Cómodo marcó el final de la dinastía Antonina y el comienzo de un periodo de caos conocido como "el año de los cinco emperadores". La guardia pretoriana, que se había convertido en un actor político clave, aprovechaba cada oportunidad para influir en la elección del emperador, vendiendo el trono al mejor postor. La corrupción estaba arraigada en todos los niveles del gobierno, y la lealtad de los soldados dependía más de las recompensas económicas que del deber hacia el Estado.
El Senado, por su parte, intentaba recuperar su antiguo papel en el gobierno, apoyando a emperadores que promovieran sus intereses. Sin embargo, su influencia estaba debilitada, y cualquier intento de restaurar la autoridad senatorial chocaba con la realidad del poder militar. En este clima de inestabilidad, Pertinax intentó gobernar con justicia y moderación, pero pronto se dio cuenta de que los cambios que proponía se enfrentaban a fuertes resistencias.
Pertinax Aureus. 193AD. IMP CAES P HELV PERTIN AVG, laureate head right. http://www.cngcoins.com. Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license.


Pertinax César, Tetradracma, Alejandría 193. Creative Commons Atribución-Compartir Igual 3.0 Alemania.
POLÍTICAS Y REFORMAS
Desde el inicio de su reinado, Pertinax se propuso restaurar la disciplina en el ejército y la administración imperial. Para ello, implementó una serie de reformas que buscaban reducir el despilfarro y mejorar la eficiencia del gobierno. Entre sus primeras medidas, limitó los gastos innecesarios de la corte, eliminando los excesos y lujos que habían caracterizado el reinado de Cómodo. También intentó frenar la corrupción entre los funcionarios, castigando a aquellos que se enriquecían ilícitamente a costa del Estado.
Una de sus decisiones más controvertidas fue la reducción de los privilegios de la guardia pretoriana. Cómodo había malacostumbrado a estos soldados con donativos exorbitantes y beneficios extraordinarios. Pertinax, en un esfuerzo por sanear las finanzas del Imperio, trató de moderar estas prácticas, lo que generó un profundo descontento entre los pretorianos. Aunque intentó compensar estas restricciones con otras medidas económicas, la impopularidad de su política entre las tropas creció rápidamente.
Además, promovió reformas en el sistema judicial, asegurando que las leyes se aplicaran de manera más equitativa. Reforzó la posición del Senado, devolviéndole algunas de sus antiguas prerrogativas, e impulsó medidas que beneficiaban a los ciudadanos comunes, como la reducción de impuestos y la mejora de la infraestructura urbana.
RELACIÓN CON EL SENADO Y LA GUARDIA PRETORIANA
El Senado acogió con entusiasmo las reformas de Pertinax, viéndolo como un emperador que representaba los valores de la antigua República. Sin embargo, su política de austeridad le granjeó enemigos poderosos, especialmente entre los pretorianos y la alta aristocracia que se beneficiaba de la corrupción. La guardia pretoriana, que había esperado mayores recompensas tras la muerte de Cómodo, se sintió traicionada y comenzó a conspirar contra el emperador.
La tensión entre Pertinax y los pretorianos alcanzó su punto álgido cuando estos exigieron un nuevo donativo en compensación por haberle permitido acceder al trono. Pertinax, tratando de mantener la disciplina y evitar gastos innecesarios, rechazó estas demandas o las redujo significativamente. Este acto de firmeza provocó el resentimiento entre los soldados, que veían en el emperador una amenaza a sus intereses.


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EL ASESINATO DE PERTINAX
El 28 de marzo del año 193 d.C., un grupo de pretorianos, alentados por el descontento y la promesa de riquezas bajo otro emperador, irrumpió en el palacio imperial. Pertinax intentó razonar con ellos, recordándoles su deber y apelando a su sentido de la disciplina. Sin embargo, sus palabras no fueron suficientes para detener la revuelta. Fue asesinado brutalmente en su propio palacio, tras apenas 87 días en el poder.
LEGADO Y MEMORIA HISTÓRICA
A pesar de su breve reinado, Pertinax fue recordado como un emperador justo y virtuoso. Su muerte marcó el inicio de una fase aún más caótica, en la que el trono imperial fue literalmente subastado al mejor postor. Posteriormente, Septimio Severo, tras consolidar su poder, honró la memoria de Pertinax, declarándolo divino y presentándose como su sucesor legítimo.
LIBROS RECOMENDADOS
"The Fall of the Roman Empire" - Peter Heather
"The Roman Empire: A Very Short Introduction" - Christopher Kelly
"Pertinax: The Son of a Slave Who Became Roman Emperor" - Simon Elliott


Galleria degli Uffizi, Florencia. Creative Commons Atribución-Compartir Igual 2.0 Genérica.