PUPIENO MÁXIMO EL BREVE REINADO DEL EMPERADOR OLVIDADO

El Imperio Romano vivió una de sus épocas más convulsas en el siglo III d.C., caracterizada por la inestabilidad política y la rápida sucesión de emperadores. En este escenario de crisis, Pupieno Máximo ascendió al trono en el turbulento año 238, conocido como el Año de los Seis Emperadores. Designado conjuntamente con Balbino por el Senado, su mandato fue una respuesta a la creciente amenaza de Maximino el Tracio y a la necesidad de restaurar la autoridad senatorial. Sin embargo, su breve gobierno estuvo marcado por conflictos internos, desconfianza mutua con su corregente y la hostilidad de la Guardia Pretoriana, que finalmente lo llevó a la muerte. Aunque su reinado duró apenas unos meses, la figura de Pupieno refleja la lucha de poder entre el Senado y el ejército, así como la fragilidad del trono imperial en una Roma sumida en el caos.

EMPERADORES

tio bolas

4/4/20255 min read

denario de pupieno máximo
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INTRODUCCIÓN

El Imperio Romano, a lo largo de su vasta historia, vio ascender y caer a una multitud de emperadores, algunos de los cuales quedaron grabados en la memoria colectiva, mientras que otros fueron prácticamente olvidados. Uno de estos emperadores de corto mandato pero de gran relevancia en su tiempo fue Pupieno Máximo. Su reinado, que apenas duró unos meses en el turbulento año 238 d.C., fue el reflejo de una Roma sumida en crisis y constantes luchas de poder. La inestabilidad de la época, marcada por la anarquía militar y la presión externa, convirtió su mandato en una lucha constante por mantener el control.

CONTEXTO HISTÓRICO

El siglo III d.C. estuvo marcado por una crisis política y militar sin precedentes en el Imperio Romano. La inestabilidad y la violencia se convirtieron en la norma, con emperadores que ascendían al trono solo para ser derrocados poco después. En este contexto, el reinado de Maximino el Tracio generó un gran descontento entre el Senado y la aristocracia romana, lo que llevó a una revuelta senatorial en la que Pupieno Máximo y Balbino fueron elegidos emperadores conjuntos.

Maximino había consolidado su poder con el respaldo del ejército, pero su origen humilde y su desprecio por el Senado provocaron una resistencia activa en Roma. Cuando el pueblo y la aristocracia intentaron imponer un cambio, el conflicto se intensificó. El año 238, conocido como el Año de los Seis Emperadores, reflejó la fragmentación del poder en un Imperio en crisis, y en este escenario Pupieno y Balbino fueron nombrados como una solución temporal por el Senado.

ASCENSO AL TRONO

Pupieno Máximo, de origen senatorial y con una dilatada carrera militar, fue designado emperador junto a Balbino por el Senado en un intento de restaurar la autoridad senatorial sobre el Imperio. Su experiencia militar y su reputación como administrador le otorgaban cierta ventaja en un periodo en el que la fuerza armada era esencial para gobernar. Sin embargo, su proclamación no estuvo exenta de problemas, ya que tanto la plebe como la Guardia Pretoriana mostraron su rechazo al nuevo gobierno.

El pueblo romano, aún leal a la dinastía de los Gordianos, se levantó en revueltas contra la proclamación de Pupieno y Balbino. Para calmar la situación, el Senado tuvo que asociar a Gordiano III, un joven de tan solo 13 años, como César. Este movimiento buscaba dar legitimidad al nuevo régimen y evitar que el caos se apoderara de la capital. A pesar de estos esfuerzos, la falta de consenso dentro de Roma complicó el gobierno de los nuevos emperadores.

COGOBIERNO CON BALBINO Y DESAFÍOS

El gobierno conjunto entre Pupieno y Balbino estuvo plagado de dificultades. No solo enfrentaron la amenaza de Maximino el Tracio, sino también el descontento de la población romana y la Guardia Pretoriana. Mientras Pupieno dirigía las fuerzas romanas contra Maximino, Balbino intentaba mantener el orden en la ciudad. Sin embargo, su relación fue tensa y marcada por la desconfianza mutua.

Pupieno, con su vasta experiencia militar, se encargó de organizar la defensa del Imperio contra Maximino, quien marchaba hacia Italia con su ejército. La suerte estuvo del lado del Senado, ya que Maximino fue asesinado por sus propias tropas antes de que Roma tuviera que enfrentarlo en combate directo. Esta victoria temporal, sin embargo, no aseguró la estabilidad del gobierno de Pupieno y Balbino.

CRISIS INTERNA Y TRAICIÓN DE LA GUARDIA PRETORIANA

A pesar de la victoria sobre Maximino, la falta de apoyo entre la Guardia Pretoriana resultó fatal para ambos emperadores. Desde el inicio, los pretorianos se sintieron marginados por la elección de dos emperadores senatoriales, lo que generó resentimiento. Además, la falta de una relación directa de Pupieno y Balbino con las legiones empeoró la situación, ya que sin el respaldo militar, su autoridad se veía debilitada.

Los conflictos internos entre ambos emperadores también contribuyeron a su caída. Pupieno desconfiaba de Balbino y viceversa, lo que llevó a un gobierno dividido y sin coordinación. La Guardia Pretoriana, consciente de esta fractura, aprovechó la oportunidad para actuar. En julio de 238 d.C., un grupo de pretorianos irrumpió en el palacio imperial y capturó a ambos emperadores.

ASESINATO Y CONSECUENCIAS

Pupieno y Balbino fueron brutalmente asesinados por la Guardia Pretoriana, poniendo fin a su breve y turbulento gobierno. Este golpe de Estado allanó el camino para la entronización de Gordiano III, quien, debido a su juventud e inexperiencia, sería fácilmente controlado por las facciones militares.

La muerte de Pupieno reflejó la fragilidad del poder en Roma durante el siglo III. Su asesinato no solo demostró la creciente influencia de la Guardia Pretoriana en los asuntos imperiales, sino que también marcó la continuidad de la crisis política que afectaba al Imperio. La lucha por el control entre el Senado, el ejército y la burocracia imperial seguiría definiendo la historia de Roma en las siguientes décadas.

LEGADO E INTERPRETACIONES HISTÓRICAS

El legado de Pupieno Máximo es, en gran parte, olvidado debido a la brevedad de su reinado. Sin embargo, su mandato es un claro ejemplo de los desafíos que enfrentaban los emperadores en un periodo de anarquía militar. La historia de Pupieno ilustra cómo el Senado intentó recuperar el control del Imperio sin éxito, enfrentándose a una realidad en la que el poder estaba en manos de las legiones y la Guardia Pretoriana.

A lo largo de la historia, diversos historiadores han debatido sobre si Pupieno y Balbino podrían haber estabilizado el Imperio en circunstancias diferentes. Algunos consideran que su falta de respaldo popular y militar hizo inevitable su caída, mientras que otros argumentan que con más tiempo y mejores estrategias políticas, podrían haber frenado el avance de la crisis del siglo III.

LIBROS RECOMENDADOS

"Historia Augusta" - Texto clásico que recoge información sobre emperadores romanos.

  • "The Roman Empire from Severus to Constantine" - Pat Southern.

  • "Historia de Roma" - Theodor Mommsen.

  • "Emperors and Usurpers in the Later Roman Empire" - Daniel Washburn.

  • "The Crisis of Empire: A Historiographical Study" - John F. Drinkwater.

La historia de Pupieno Máximo, aunque breve, es fundamental para comprender el complejo entramado de poder en el siglo III. Su intento fallido de gobernar junto a Balbino es un recordatorio de la fragilidad del poder en Roma y del dominio que las fuerzas militares ejercieron sobre la política imperial.

Portret van Pupienus op een sestertie. Foto met toestemming van Classical Numismatic Group, Inc. (CNG). Creative Commons Atribución-Compartir Igual 3.0 Unported.. Creative Commons Atribución-Compartir Igual 2.5 Genérica.

busto de pupieno
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Bust of Roman Emperor Pupienus, 238. Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license.