RÓMULO: EL FUNDADOR DE ROMA Y SU LEYENDA ETERNA
Esta figura mítica y semilegendaria, que combina historia y mito, no solo fue el primer rey de Roma, sino también el responsable de la fundación de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. Rómulo, a lo largo de los siglos, ha capturado la imaginación de poetas, historiadores y líderes, construyendo una narrativa que ha perdurado más allá de su época. Este es el relato detallado de su vida, su reino y su legado.



Rómulo el Primer Rey
753ac-717ac
Rómulo es una figura crucial en los orígenes de Roma, al tiempo una leyenda mitológica y un rey real, cuya historia sigue fascinando tanto a historiadores como a lectores interesados en los primeros días de la civilización romana. Según la tradición, Rómulo fundó Roma el 21 de abril del 753 a.C., iniciando una dinastía de siete reyes que gobernarían la ciudad hasta la caída de la monarquía y el establecimiento de la República en el 509 a.C.
Sin embargo, la historia de Rómulo no es simplemente la de un rey, sino también la de un mito, entrelazado con leyendas sobre dioses y héroes. En este relato, no solo se aborda la vida y reinado de Rómulo, sino también el contexto social, político y cultural de la Italia central en el primer milenio antes de Cristo, así como la importancia de este personaje en la construcción de la identidad romana.
El Origen Mítico de Rómulo
Rómulo y su hermano gemelo Remo tienen un origen envuelto en lo sobrenatural. En la mitología romana, su madre, Rhea Silvia, era hija de Numitor, el legítimo rey de Alba Longa, una ciudad-estado cercana a Roma que, según la leyenda, había sido fundada por el hijo de Eneas, Ascanio. Rhea Silvia era una vestal, es decir, una sacerdotisa dedicada a la diosa Vesta, encargada de mantener el fuego sagrado del hogar. Las vestales estaban comprometidas con el celibato durante treinta años, por lo que el nacimiento de Rómulo y Remo era un hecho que desafiaba esta consagración religiosa.
El padre de los gemelos, según la tradición, era Marte, el dios de la guerra. Esta conexión divina ya desde el momento de su concepción indicaba un destino glorioso para los hermanos, destinados a ser reyes, guerreros y fundadores de una nueva civilización. En algunas versiones del mito, Marte visitó a Rhea Silvia en su sueño, mientras que en otras la violó. De cualquier modo, el resultado fue el mismo: Rómulo y Remo eran hijos de un dios y, por tanto, estaban marcados por el favor divino.
Amulio, el tío de Rhea Silvia, había usurpado el trono de Alba Longa, desplazando a Numitor, y al enterarse del nacimiento de los gemelos, los vio como una amenaza a su poder. Como era común en los relatos de la antigüedad, ordenó que los niños fueran arrojados al río Tíber para que murieran. Sin embargo, los gemelos fueron rescatados por la corriente del río y, según la leyenda, fueron amamantados por una loba en una cueva llamada la Lupercal.
Este aspecto del mito, la historia de la loba que los cuida, es uno de los más perdurables en la imaginería romana. La loba era un símbolo de fuerza y naturaleza indómita, y a lo largo de los siglos se convirtió en un emblema del carácter feroz y resiliente de Roma misma. Los romanos, al identificarse con Rómulo, también se veían a sí mismos como un pueblo que había superado los desafíos más extremos.
Después de ser rescatados por la loba, los gemelos fueron encontrados por un pastor, Fáustulo, y su esposa Acca Larentia, quienes los criaron como sus propios hijos. Fáustulo trabajaba como pastor del rey Amulio, lo que hace aún más dramático el giro de los acontecimientos: los gemelos fueron criados bajo el mismo techo del hombre que intentó matarlos.
El Ascenso al Poder
Cuando los gemelos alcanzaron la madurez, supieron de su verdadera ascendencia y decidieron actuar contra Amulio. En una serie de eventos que reflejan el destino inevitable de los héroes mitológicos, Rómulo y Remo organizaron una revuelta, depusieron a Amulio y restauraron a su abuelo Numitor en el trono de Alba Longa. Este acto no solo marcó el inicio de su leyenda como líderes militares y políticos, sino que también les proporcionó la libertad y el respaldo necesarios para fundar su propia ciudad.
Aquí es donde la leyenda se vuelve más compleja. Los relatos varían en cuanto a las motivaciones exactas de Rómulo y Remo para dejar Alba Longa y fundar una nueva ciudad. Algunas fuentes sugieren que deseaban comenzar de nuevo en un lugar donde pudieran establecer una nueva dinastía, mientras que otras sostienen que el sitio donde fueron encontrados y criados, cerca del monte Palatino, ya tenía un significado especial para ellos.
La elección del lugar donde se establecería Roma no fue casual. El monte Palatino era una colina estratégica situada cerca del río Tíber, lo que proporcionaba acceso a rutas comerciales y defensa natural. Además, la región estaba habitada por varias tribus latinas y sabinas, y la nueva ciudad tendría la ventaja de estar situada en un cruce entre culturas, lo que la convertiría rápidamente en un centro de poder.
La Fundación de Roma
La leyenda establece que la fundación de Roma se llevó a cabo el 21 de abril del año 753 a.C., una fecha que se celebraría durante siglos como el "Natalis Urbis", el cumpleaños de la ciudad. Este día se conmemoraba con festivales y ceremonias religiosas que unían el pasado mítico de Roma con su presente imperial.
Sin embargo, el proceso de fundación no fue pacífico. Rómulo y Remo, como en muchas historias de gemelos, tenían una relación conflictiva. Ambos deseaban ser los fundadores y líderes de la nueva ciudad, pero no podían ponerse de acuerdo sobre dónde debía construirse. Rómulo quería establecer la ciudad en el monte Palatino, mientras que Remo prefería el monte Aventino. Para resolver la disputa, recurrieron a la interpretación de los augurios, un sistema de adivinación basado en la observación del vuelo de las aves.
Remo fue el primero en ver seis buitres, pero poco después Rómulo vio doce, lo que interpretó como una señal de que los dioses lo favorecían a él. Con esta victoria, Rómulo comenzó a trazar el perímetro de la ciudad en el monte Palatino, utilizando un arado para marcar las futuras murallas.
Este momento de la historia es significativo, ya que simboliza el poder sagrado que los romanos otorgaban a los actos de fundación. Al trazar las murallas de Roma, Rómulo no solo estaba estableciendo una ciudad física, sino también un espacio consagrado, protegido por los dioses y destinado a convertirse en el corazón de un imperio. Las murallas de una ciudad eran vistas en la antigüedad como una barrera tanto física como espiritual, un límite que separaba lo civilizado de lo salvaje.
Sin embargo, la fundación de Roma fue manchada por un trágico evento. Remo, en un acto de desafío o burla, saltó sobre las murallas recién trazadas por su hermano, violando el perímetro sagrado. Enfurecido por esta transgresión, Rómulo mató a Remo. Este fratricidio, aunque brutal, fue interpretado como una señal de que Roma estaba destinada a prevalecer incluso a costa de la sangre de sus propios fundadores.
El fratricidio de Rómulo también tiene un simbolismo más amplio en la historia de Roma. Representa el sacrificio necesario para la creación de un nuevo orden, una violencia fundacional que, paradójicamente, cimentó el poder de Roma. En adelante, Rómulo gobernaría solo, sin la sombra de su hermano, consolidando su control sobre la nueva ciudad.
El Reinado de Rómulo: Organización y Gobierno
Una vez que la ciudad fue fundada, Rómulo enfrentó el desafío de organizar un nuevo estado. Su primer acto como rey fue establecer una serie de instituciones que definirían la estructura política y social de Roma durante siglos. Entre sus primeras medidas estuvo la creación del Senado, un cuerpo consultivo compuesto por 100 hombres, a quienes se les dio el título de patres (padres), debido a que representaban a las familias más antiguas y nobles de Roma.
El Senado jugó un papel crucial en el gobierno de la ciudad, actuando como un contrapeso al poder del rey. Aunque Rómulo tenía autoridad suprema, el Senado tenía la capacidad de aconsejar y, en algunos casos, moderar las decisiones del monarca. Con el tiempo, esta relación entre el rey y el Senado evolucionaría, pero desde el principio, Rómulo reconoció la importancia de compartir el poder con la nobleza.
Otra de las reformas importantes de Rómulo fue la creación de las primeras divisiones sociales en Roma. Dividió a la población en tres tribus principales: los Ramnes, los Tities y los Luceres. Estas tribus no solo eran unidades sociales, sino también militares y religiosas. Cada tribu estaba subdividida en diez curias, que eran unidades más pequeñas que desempeñaban un papel clave en la organización política y religiosa de la ciudad.
Además de su organización política, Rómulo también estableció un sistema legal que, aunque rudimentario, sentó las bases para lo que más tarde sería el sofisticado derecho romano. Según la leyenda, Rómulo promulgó leyes que protegían la propiedad privada y regulaban las relaciones entre los ciudadanos, asegurando un cierto grado de orden y justicia en la joven ciudad.
El Rapto de las Sabinas
Uno de los episodios más famosos y controvertidos del reinado de Rómulo fue el Rapto de las Sabinas. Cuando Roma fue fundada, su población era mayoritariamente masculina. La mayoría de los hombres que habían seguido a Rómulo eran fugitivos, exiliados o individuos marginales que buscaban un nuevo comienzo en la ciudad. Sin mujeres, Roma enfrentaba un problema existencial: no podía asegurar su crecimiento y continuidad.
Rómulo intentó primero negociar matrimonios con las tribus vecinas, pero estas rechazaron la oferta, despreciando a los romanos como una banda de forajidos sin linaje ni prestigio. Ante este desafío, Rómulo ideó un plan audaz y arriesgado. Invitó a las tribus vecinas, incluidos los sabinos, a un gran festival en honor al dios Neptuno. Durante las festividades, cuando los sabinos estaban desprevenidos, los romanos secuestraron a sus mujeres.
Este acto de secuestro, conocido como el Rapto de las Sabinas, desencadenó una guerra entre Roma y los sabinos, dirigidos por su rey Tito Tacio. Sin embargo, antes de que el conflicto pudiera llegar a su clímax, las propias mujeres sabinas intervinieron. Para entonces, muchas de ellas ya habían formado vínculos familiares con los romanos y, al ver que sus padres y hermanos luchaban contra sus maridos e hijos, convencieron a ambas partes de hacer las paces.
El resultado fue una fusión entre las dos comunidades. Los sabinos se integraron en Roma, y su rey Tito Tacio reinó conjuntamente con Rómulo durante un tiempo. Este episodio no solo resolvió el problema demográfico de Roma, sino que también reforzó su poder en la región al unificar dos pueblos bajo un mismo liderazgo.
El Rapto de las Sabinas tiene múltiples interpretaciones. Algunos historiadores lo ven como un mito que refleja la necesidad de Roma de consolidar su poder mediante la integración de diferentes grupos étnicos y culturales. Otros sugieren que este relato podría tener una base histórica, reflejando un proceso real de expansión territorial y absorción de tribus vecinas.
Expansión Militar y Consolidación del Poder
Bajo el liderazgo de Rómulo, Roma no solo se consolidó como una ciudad independiente, sino que también comenzó a expandir su influencia en la región del Lacio. Rómulo organizó a los primeros ciudadanos de Roma en una legión, una unidad militar compuesta por 3,000 infantes y 300 jinetes. Esta fuerza sería el núcleo del futuro ejército romano, que con el tiempo llegaría a dominar gran parte del mundo conocido.
Las primeras campañas de Rómulo estuvieron dirigidas contra las ciudades y tribus vecinas, como los etruscos y los latinos. Estas campañas no solo aseguraron la supervivencia de Roma, sino que también permitieron a la joven ciudad-estado obtener riqueza y prestigio. Cada victoria militar fortalecía la posición de Rómulo como rey y aumentaba la lealtad de sus seguidores.
En términos militares, Rómulo es recordado no solo por su habilidad en el campo de batalla, sino también por su capacidad para integrar a los pueblos conquistados en el tejido social de Roma. A diferencia de otros reyes de la época, que simplemente esclavizaban o expulsaban a los pueblos derrotados, Rómulo permitió a muchos de ellos establecerse en Roma y formar parte de la nueva comunidad. Este enfoque integrador sería una característica fundamental de la expansión romana en los siglos venideros.
El Misterioso Final de Rómulo
El final de la vida de Rómulo está rodeado de misterio y especulación. Según la tradición, Rómulo desapareció en el año 717 a.C., tras 37 años de reinado. La leyenda cuenta que estaba inspeccionando sus tropas en el Campo de Marte cuando una tormenta repentina oscureció el cielo y envolvió al rey. Después de que la tormenta se disipó, Rómulo había desaparecido sin dejar rastro.
Existen varias versiones sobre lo que ocurrió a continuación. En una de ellas, los romanos creyeron que Rómulo había sido llevado al cielo por los dioses y transformado en el dios Quirino, una de las principales deidades del panteón romano, encargado de proteger a la ciudad. En otra versión, menos mítica, algunos historiadores sugieren que Rómulo fue asesinado por los senadores, quienes estaban descontentos con su creciente poder autocrático.
Sea cual sea la verdad, el final de Rómulo consolidó su estatus como una figura divina y fundacional en la historia de Roma. Su ascenso a los cielos, ya sea literal o figurativo, fue interpretado como una señal de que su legado perduraría más allá de su vida mortal.
El Legado de Rómulo
El legado de Rómulo va mucho más allá de su vida y reinado. Como fundador de Roma, su nombre quedó inmortalizado en la propia ciudad, y su historia se convirtió en un elemento central de la identidad romana. Los romanos veían en Rómulo el arquetipo del líder valiente y decidido, dispuesto a hacer sacrificios por el bien de su pueblo, incluso si esos sacrificios incluían la vida de su propio hermano.
Rómulo también fue un símbolo de la capacidad de Roma para superar las adversidades. Desde su nacimiento milagroso hasta la fundación de una ciudad que se convertiría en el centro del mundo antiguo, Rómulo personificaba el destino especial que los romanos creían que les había sido otorgado por los dioses.
La figura de Rómulo, con todas sus complejidades, nos ofrece una ventana fascinante al mundo antiguo y a los mitos fundacionales de Roma. Aunque es difícil separar los hechos históricos de la leyenda, lo cierto es que la historia de Rómulo refleja las ambiciones, las luchas y las creencias de los romanos en su deseo de crear una civilización duradera.
Su reinado, aunque breve en comparación con los siglos de historia que vendrían después, sentó las bases para lo que Roma llegaría a ser: una ciudad que, a través de la fuerza, la integración y el ingenio, dominaría el Mediterráneo y más allá, dejando una huella imborrable en la historia de la humanidad.
Libros sobre Rómulo
"Rómulo y Remo" – Antonio García Villahoz
Este libro relata la leyenda de los hermanos Rómulo y Remo, desde su nacimiento hasta la fundación de Roma. Es una buena introducción a la mitología y a las historias fundacionales de la antigua Roma."Los Reyes de Roma: De Rómulo a Tarquinio el Soberbio" – Pedro Barceló
Esta obra ofrece una visión detallada de los primeros reyes de Roma, incluyendo a Rómulo. Aporta tanto información histórica como legendaria."Ab Urbe Condita" (Historia de Roma) de Tito Livio
El libro I de esta obra clásica es imprescindible para conocer las leyendas sobre la fundación de Roma y los primeros reyes, con un enfoque especial en la figura de Rómulo. Existen varias ediciones y traducciones al español."La Leyenda de Rómulo y Remo" – José María Blázquez
Este libro examina la leyenda de Rómulo y Remo, analizando sus raíces mitológicas y su impacto en la historia romana. Es una buena fuente para profundizar en la interpretación del mito."La Fundación de Roma: Mito e Historia" – Jean-Noël Robert
Explora el mito de la fundación de Roma, centrando su análisis en Rómulo y los aspectos legendarios que han influido en la identidad romana a lo largo de los siglos."Roma: La Historia y las Leyendas de la Ciudad Eterna" – Indro Montanelli
Aunque aborda la historia de Roma en su conjunto, este libro dedica un apartado importante a Rómulo, ofreciendo una perspectiva entretenida pero bien documentada sobre su leyenda."Mitología de Roma" – Daniel Ogden
Este libro explora la mitología romana, y uno de los capítulos principales está dedicado a Rómulo y su papel en la narrativa fundacional de Roma."Rómulo: El Primer Rey de Roma" – Carlos Sánchez-Martínez
Este libro se centra exclusivamente en Rómulo, mezclando las fuentes históricas y mitológicas para ofrecer una visión completa de su figura y su legado.



















