BALBINO EL EMPERADOR DE LA CRISIS Y LA INESTABILIDAD IMPERIAL
El emperador Balbino gobernó Roma en el turbulento año 238 d.C., un período conocido como el Año de los Seis Emperadores. Su ascenso al poder junto a Pupieno fue una respuesta desesperada del Senado tras la rebelión en África y la muerte de los Gordianos. Sin embargo, su reinado fue efímero, marcado por la falta de apoyo popular y la constante amenaza de la Guardia Pretoriana. A pesar de su experiencia política y militar, no logró consolidar su autoridad en un Imperio sumido en el caos. Su gobierno terminó abruptamente cuando él y su corregente fueron asesinados por los pretorianos, dejando el poder en manos del joven Gordiano III. Su breve mandato refleja la inestabilidad del siglo III y la fragilidad del liderazgo imperial.
EMPERADORES


Portret van keizer Balbinus op een Romeinse sestertie.Classical Numismatic Group, Inc. http://www.cngcoins.com. Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license. Creative Commons Attribution-Share Alike 2.5 Generic license.
INTRODUCCIÓN
Balbino fue un emperador romano cuyo breve reinado en el año 238 d.C. estuvo marcado por la inestabilidad política y los conflictos internos en el Imperio. Su ascenso al poder, junto con Pupieno, se dio en un contexto de crisis que amenazaba la estabilidad del gobierno romano. La necesidad de encontrar líderes fuertes y capaces de restaurar el orden llevó al Senado a tomar decisiones drásticas, designando a Balbino y Pupieno como coemperadores tras la muerte de los Gordianos en África. Sin embargo, su reinado estuvo condenado desde el inicio, pues la falta de apoyo del pueblo y del ejército hizo que sus días en el trono fueran contados. En este artículo, exploraremos la vida de Balbino, su ascenso al poder, los desafíos que enfrentó y su trágico final, además del impacto que tuvo su efímero mandato en la historia del Imperio romano.
CONTEXTO HISTÓRICO: LA CRISIS DEL SIGLO III
El siglo III d.C. fue un periodo de profunda crisis para Roma. Las luchas por el poder, la presión de los pueblos bárbaros y la corrupción interna debilitaban al Imperio. En este contexto, la muerte de Gordiano II y la posterior revuelta en África desembocaron en la elección de nuevos emperadores. El ascenso de Maximino el Tracio al poder representó una ruptura con la tradición senatorial, ya que este emperador era un militar de origen humilde que no contaba con el respaldo de la aristocracia romana. Su gobierno, basado en la represión y la militarización extrema del Imperio, generó una fuerte oposición en diversas regiones del mundo romano.
Los gobernadores de África Proconsular se rebelaron contra Maximino, proclamando emperadores a Gordiano I y a su hijo Gordiano II. Sin embargo, su reinado fue breve, ya que Capeliano, un general leal a Maximino, derrotó a los Gordianos en batalla, causando la muerte del hijo y el suicidio del padre. Ante la crisis política que esto generó, el Senado romano, temeroso del regreso de Maximino a Roma, decidió intervenir y nombró a Pupieno y Balbino como emperadores conjuntos con la misión de derrotar al tirano. Sin embargo, su elección no contó con el apoyo del pueblo, que prefería a los Gordianos.
ASCENSO AL PODER
Balbino, un senador de gran experiencia, fue elegido coemperador junto a Pupieno por el Senado en un intento de restaurar el orden tras la muerte de Gordiano I y Gordiano II. Sin embargo, su legitimidad fue puesta en duda por el pueblo y la Guardia Pretoriana. Balbino había desempeñado diversos cargos administrativos y militares en el Imperio, destacándose como un hombre culto y respetado dentro del Senado. Sin embargo, carecía del carisma y la autoridad militar que eran necesarios para gobernar en un periodo tan convulso.
El Senado pensó que la combinación de Pupieno, con su experiencia militar, y Balbino, con su habilidad política, sería la solución ideal para enfrentar la crisis. Sin embargo, desde el inicio, el pueblo romano no aceptó esta decisión y se generaron disturbios en la ciudad. La Guardia Pretoriana, que había perdido poder en la elección de los nuevos emperadores, también comenzó a conspirar contra ellos.


Bust of Roman emperor Balbinus, 238. Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license.
DESAFÍOS Y CONFLICTOS
Durante su breve reinado, Balbino enfrentó conflictos internos y la falta de apoyo tanto del ejército como del pueblo. Su intento de gobernar junto a Pupieno fracasó debido a las disputas entre ambos y la falta de unidad en el gobierno. Pupieno se encargó de liderar la campaña contra Maximino, mientras Balbino permanecía en Roma, tratando de mantener el orden. Sin embargo, su falta de autoridad y la creciente violencia en la ciudad hicieron que su gobierno fuera cada vez más frágil.
A medida que la tensión aumentaba, surgieron diferencias irreconciliables entre ambos emperadores. Pupieno desconfiaba de Balbino y viceversa, lo que llevó a una administración ineficaz. Mientras tanto, la Guardia Pretoriana, resentida por haber sido marginada en la elección imperial, comenzó a conspirar activamente para eliminar a ambos emperadores y reemplazarlos por un candidato más afín a sus intereses.
CAÍDA Y MUERTE
En julio de 238 d.C., Balbino y Pupieno fueron asesinados por la Guardia Pretoriana, que favorecía a Gordiano III como único emperador. Su asesinato marcó el fracaso del intento senatorial de controlar el Imperio y dejó en evidencia la creciente influencia de la Guardia Pretoriana en la política romana. Los pretorianos irrumpieron en el palacio imperial y capturaron a ambos emperadores, humillándolos antes de ejecutarlos de manera violenta. Sus cadáveres fueron arrastrados por las calles de Roma como una muestra de poder de la Guardia Pretoriana.
El ascenso de Gordiano III al poder significó un retorno a una figura más aceptable para la opinión pública, pero no resolvió los problemas estructurales del Imperio. La muerte de Balbino evidenció la incapacidad del Senado para gobernar Roma sin el respaldo militar y consolidó aún más el dominio de los pretorianos sobre la política imperial.
LEGADO Y CONCLUSIÓN
Balbino es recordado como un emperador efímero que no logró consolidar su poder en un momento de gran crisis para Roma. Su reinado evidencia la fragilidad del Imperio en el siglo III y la dificultad de gobernar en un periodo de anarquía militar y desorden interno. Su elección como emperador fue un intento desesperado del Senado por recuperar el control del Imperio, pero su incapacidad para obtener el respaldo del pueblo y del ejército selló su destino.
La crisis que Balbino enfrentó no fue un hecho aislado, sino parte de un proceso de decadencia que se prolongaría durante décadas. La influencia de la Guardia Pretoriana, el desorden interno y la falta de liderazgo efectivo llevaron al Imperio a una serie de guerras civiles y a la fragmentación del poder central. En este contexto, Balbino pasó a la historia como un líder bien intencionado, pero incapaz de sostener el peso de un Imperio que se desmoronaba lentamente.
A pesar de la brevedad de su reinado, la historia de Balbino sigue siendo un reflejo de las luchas políticas y militares que definieron la Roma del siglo III. Su muerte fue una advertencia de que, sin el apoyo del ejército y la Guardia Pretoriana, ningún emperador podía esperar mantenerse en el poder por mucho tiempo.
LIBROS RECOMENDADOS
"Historia de los emperadores romanos" – Michael Grant
"Los últimos días del Imperio Romano" – Adrian Goldsworthy
"El ejército romano en la crisis del siglo III" – Pat Southern
"Emperadores y usurpadores en Roma" – David S. Potter
"La Roma de los Antoninos y Severos" – Marcel Le Glay


Busto di Balbino (imperatore nel 238 d.C.), conservato all'Ermitage di San Pietroburgo. Secolo III d.C. Atribución: Yo, George Shuklin. Creative Commons Atribución-Compartir Igual 3.0 Unported.. Creative Commons Atribución 2.5 Genérica.